Walter Vargas - Marchar hacia la espera.

Walter Vargas es un autor de ideas que tiemblan y sentimientos apasionados. Se puede leer este libro como un hilado de sombras que recorren todos los cuerpos de sus noches. En setenta y nueve fragmentos, cuenta la eperiencia anonadada, el desconcierto de quien siente una pelea dentro de sus deseos. Marchar hacia la espera es un libro que se atreve con la preguntapoética (¡será fe este crepitar de ángeles en la hoguera del sentido?), con la sentencia desnuda (el ojo de mi tormenta no sabe llorar), con el aforismo confesional (en los pliegues de mi dolor/ tiemblan los silencios que no dije), con la biografía de infancia (ni los ojos de mi madre / ni la voz de mi padre: / Lo único eterno es el pan), con el relato breve (la belleza de la muerta es la luz que mata a drácula), con la profecía de los solitarios (que sea el del final mi instante más feroz), con las razones de la escritura (nombro las cosas con la misma deseperación / que esquivo las balas en las pesadillas), con la experiencia de la angustia (en una copa de vino empapé mi alma y la devoré), con el cuerpo que siente (un puño de témpano me parte el pecho), con la historia de amor. Marchar hacia la espera dice una paradoja: la decisión de avanzar hacia lo que no se sabe si habrá de llegar. Walter Vargas vive en esa espera que no es aguardar sino partir desaferrado de sí. No teme perder, no apuesta a ganar. Anda, recorrie sus noches, se derrama en esas horas infinitas que anuncian al día.