Siendo la hija de un famoso ladrón internacional de arte, Cricket ha aprendido muchas cosas, y por supuesto sabe cómo robar, mentir y engañar sin que nadie la atrape. El problema es que ella odia robar y mentir. Cricket encuentra un oculto placer en gastarle bromas ocasionales a su jefe, "robando" sus bolígrafos y dando vuelta a todos sus cuadros. Rycker -un poderoso e influyente abogado- reconoce inmediatamente la figura de la mujer a la cual ha estado admirando desde hace varias semanas. Rycker sin duda disfrutará "atrapando" a tan elusiva contadora.
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