Nicolás Cócaro - Los creyentes.

El hombre vive por la de en Dios, en sus semejantes, en el universo, en algún rito, o se rodea de objetos materiales. Suele ser prisionero de una creencia, o se libera por ella. A menudo cae en la angustia, pero, como escribió Martin Heidegger, mientras hay angustia hay salvación. Los personajes de Los creyentes, no sufren interferencias que malogren su calidad de criaturas de ficción. Cada uno de nosotros tiene creencias. Y todos las abandonamos, o las robustecemos, de acuerdo con la experiencia, la madurez o la cultura. Para Graham Grene, el que sus personajes expongan puntos de vista contradictorios ante las leyes divinas no implica negación, sino búsqueda o clamor ante ciertas respuestas ansiadas.