El status está adquiriendo un fascinante prestigio para los argentinos. La búsqueda de signos que definan el status que cada uno quiere ocupar se ha convertido en una actividad alucinante, despiadada e insólita. Todo está adquiriendo un nuevo significaado. la casa, el barrio, las ocupaciones, los amigos, el club, valen por razones distintas que las tradicionalmente aceptadas. "En la Argentina contemporánea va siendo cada vez más importante tener un coche que un hijo". Sé "compran" símbolos con la temblorosa esperanza de influir sobre la opinión de los demás. El precio es muy alto y la recompensa fugaz.
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