Dos abandonados por la sociedad se tienen el uno al otro. Aunque la noche no los abrigue, aunque las calles de Londres no los amparen, aunque su modo de vida roce la ilegalidad, ellos se saben ricos; saben, como dice un vieja canción, que los enamorados no son pobres jamás.
Silvia y John viven una miseria abrumadora en medio de la sociedad londinense del siglo xix, conscientes de que no hay lugar para ellos en esa ciudad ni en ninguna otra. Sobreviven entre la mendicidad y los pequeños hurtos que, aun llenos de culpa, se atreven a cometer. Se tienen el uno al otro, y nada más parece importarles.
Sin embargo, ese precario equilibrio, ese frágil sosiego que han construido se rompe de golpe cuando el padre de Silvia decide entregarla –“venderla” es la triste palabra correcta– a un noble que dice querer rescatarla de la miseria en que vive y que solo quiere dar rienda suelta a la obsesión que lo ata desde que vio a Silvia por primera vez.
John, por su parte, destrozado, decide seguir adelante y forjarse un futuro. Se hace respetar en los bajos fondos y logra hacerse un nombre y un porvenir. El reencuentro los desarma a los dos, los arranca de esa vida torpe de comodidades y los devuelve a la feliz incertidumbre de lo que habían soñado juntos.
Lola Rey nos trae su novela más ambiciosa y mejor lograda, una obra dura y vital, cruel y emotiva a la vez; una novela sobre esa época en la que aquellas esperanzas que se creían olvidadas vuelven a nacer como las flores que, tímidas, avanzan en el final del invierno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nos gustaría mucho saber que opinas de este libro. Gracias